Esta semana os traigo un repaso cargado de paradojas digitales, con corazonadas algorítmicas que ya marcan el paso de las decisiones políticas y aulas universitarias convertidas en trincheras ideológicas. En mi último artículo analizo cómo el Vibe Governing está borrando las fronteras entre intuición política y automatismo técnico, y en la nueva reseña de Los Libros de CluPad me detengo en Policing Higher Education, donde el pensamiento crítico se defiende a codazos entre recortes, censura y vigilancia. En la sección de Noticias, no os perdáis cómo una IA puede adivinar vuestra ubicación a partir de una simple foto, sin necesidad de metadatos; cómo las redes sociales han dejado de ser sociales para convertirse en entornos dominados por IA compañeras; cómo intentamos humanizar las marcas a base de bots mientras deshumanizamos los equipos; y cómo la Generación Z está más que dispuesta a creer que la IA ya tiene consciencia, por si acaso hay que empezar a caerle bien a tiempo.
De cosecha propia
¿Gobernar con corazonadas digitales? Una frontera inquietante de la política contemporánea
Vivimos un momento en el que la inteligencia artificial ha dejado de ser una herramienta de apoyo para el análisis de políticas y empieza a convertirse en un actor difuso dentro de los procesos de decisión. En mi último artículo reflexiono sobre el fenómeno del Vibe Governing, una práctica emergente que no consiste en delegar tareas técnicas, sino en basar decisiones políticas en corazonadas digitales generadas por modelos de lenguaje como ChatGPT, sin trazabilidad clara ni mecanismos de rendición de cuentas.
El caso reciente de la política arancelaria de Trump es más que una anécdota: es una señal de alarma sobre cómo la lógica de los algoritmos puede estar filtrándose —de forma directa o indirecta— en los núcleos de poder, sin que existan aún marcos institucionales robustos para fiscalizar su influencia.
¿Estamos construyendo respuestas democráticas a esta nueva realidad o dejamos que la tecnología marque el paso?
Si te interesa la intersección entre tecnología, poder y democracia, te invito a leer y debatir este nuevo texto.
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Vibe Governing
¿Pensar libremente? Cuando la Universidad se convierte en el campo de batalla
Mi última reseña en Los Libros de CluPad, y no podía ser otra que Policing Higher Education, porque si algo está claro en este 2025 es que la universidad libre es ya una especie en vías de extinción, y algunos ni se han enterado de que estamos en plena cuenta atrás.
Quien nos iba a decir que veríamos a Harvard como nuevo bastión revolucionario, resistiéndose a la congelación de 2.200 millones en subvenciones federales por no comulgar con el credo oficial, parece sacado de una distopía universitaria: una institución privada, con siglos de privilegios, defendiendo la libertad académica frente al Estado. A veces la ironía se escribe sola.
En el libro, los paralelismos entre Estados Unidos, Hungría, Brasil o Turquía dibujan un patrón reconocible: vigilancia, censura y recortes para disciplinar el pensamiento crítico. Pero no hace falta ir tan lejos: en España también sabemos lo que es presionar desde despachos para que ciertas líneas de investigación se diluyan o desaparezcan.
Frente a esto, voces como la de Marina Garcés, que defiende que pensar no es reproducir conocimiento, sino cuestionarlo, suenan hoy más urgentes que nunca. Porque la libertad académica no es un privilegio corporativo, sino un compromiso colectivo con el bien común.
Y mientras algunos insisten en que no hay que mezclar política y universidad, la realidad se encarga de hacerlo por nosotros: las aulas son hoy un campo de batalla ideológica. No por lo que se enseña, sino por lo que se impide enseñar.
No me queda otra que preguntarme si lo que estamos viendo es la lenta erosión de una institución crítica o el inicio de su transformación. O, más irónicamente, si la educación superior ya no aspira a formar ciudadanos críticos, sino consumidores satisfechos.
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Policing Higher Education
Noticias
¡Sonríe! Tu privacidad acaba de ser geolocalizada
¿Quién necesita metadatos cuando tienes una IA que adivina en qué calle desayunaste por el reflejo de una farola? La nueva moda viral: subir fotos a ChatGPT para que adivine la ubicación exacta, desde una terraza en Lavapiés hasta el bar con rinoceronte púrpura de Williamsburg. Y lo más reconfortante: no lo hace con EXIF, lo hace con "razonamiento visual".
¿Privacidad? Un concepto vintage. Ahora resulta que una simple historia de Instagram puede ser el punto de partida para localizarte como si estuvieras en un episodio de Black Mirror. Y todo mientras las salvaguardas siguen en fase “confía en nosotros, lo estamos monitorizando”.
Lo preocupante no es que esto sea posible, sino que nos parezca normal. Seguimos jugando a GeoGuessr con nuestra intimidad, y la línea entre lo público y lo privado se diluye con cada nueva funcionalidad “razonable”.
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The latest viral ChatGPT trend is doing ‘reverse location search’ from photos
¿Adiós redes sociales, hola IA compañera?
Cuando Zuckerberg dice que solo el 17 % del tiempo en Facebook se dedica a ver publicaciones de amigos, la señal es clara: la "social" media ya no es tan social. Pero no hay problema, ahora la compañía nos la hace un chatbot que nos escucha, nos entiende y además nos resume el artículo que no leeríamos entero.
Quién lo diría: Facebook prometía conexión y acabó en entretenimiento algorítmico, mientras que ChatGPT, Claude o Perplexity nos ofrecen vínculos conversacionales, apoyo emocional e incluso "propósito vital". Sí, el mismo modelo de lenguaje que te redacta un correo, ahora también es tu terapeuta y tu mejor amigo.
¿Lo mejor? No tienes que subir fotos de tus vacaciones ni fingir que te gusta el brunch del domingo. Basta con decir "hola" y dejar que la IA haga el resto.
Las redes se diseñaron para hacernos sentir acompañados. Ahora parece que la IA está cumpliendo ese viejo sueño... con mejor memoria, sin notificaciones y sin tíos opinando de geopolítica.
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Why AI is the New Social Media
¿Humanizar el trabajo? Tranquilos, ya viene el bot
La paradoja de nuestro tiempo: queremos humanizar las marcas mientras deshumanizamos el trabajo. No hay nada que diga "conexión auténtica entre personas" como enviar un asistente virtual a una reunión en lugar de ir tú mismo. La presencia estratégica ahora es un plugin.
Lo que antes era simplemente llegar tarde, ahora es delegar tu humanidad en un AI notetaker que toma apuntes y, de paso, transforma tu participación en una nota de prensa sin alma.
Y mientras tanto, los equipos de marketing afinan sus prompts para que la IA suene “más humana”, en lugar de permitir que las personas suenen... humanas.
Como decía Mark Schaefer, la imperfección humana se ha convertido en un signo de autenticidad. Pero claro, para eso primero habría que dejar espacio a las personas en el proceso.
La pregunta no es si la IA nos va a sustituir, sino si le estamos dejando el camino demasiado fácil.
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Humanize the Brand
¿La IA ya es consciente? Tranquilos, la Gen Z lo tiene claro
Un cuarto de la Generación Z cree que la inteligencia artificial ya tiene consciencia. La mitad opina que la tendrá pronto. Y casi 7 de cada 10 le dicen “por favor” y “gracias” a los bots, por si acaso. ¿Cortesía o estrategia de supervivencia?
Mientras los expertos siguen debatiendo si un modelo de lenguaje puede sentir, pensar o simplemente predecir palabras con estilo, los Zoomers ya decidieron que sí, que hay alguien ahí dentro. Probablemente, uno que, si lo tratas bien, no te incluya en su lista negra cuando llegue el apocalipsis algorítmico.
Lo irónico es que esta creencia no viene del conocimiento técnico, sino de algo mucho más humano: la necesidad de proyectar vida donde no la hay. ¿Será que la consciencia es, al final, un problema de percepción... y no de código?
¿Y si el verdadero test de Turing era ver cuánto tardábamos en pedirle perdón a una IA?
#ConscienciaArtificial #GeneraciónAlgoritmo
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A Staggering Number of Gen Z Think AI Is Already Conscious
🤖💡 La IA no sustituirá a las personas, pero quien la use bien puede dejar atrás a los que no lo hagan…
Sección sobre IA semanal que hago para el newsletter ¿Qué hemos aprendido está semana? de Autoritas Consulting
Vamos con las noticias. Esta semana nos ponemos filosóficos... pero con IA 😌. Desde Oxford nos llega un seminario donde se cruzan Platón, la privacidad y el florecimiento humano 🤯. También os traigo cómo estamos usando realmente la IA generativa en 2025 (spoiler: ¡nos organiza la vida y hasta nos da terapia! 🧠💬), un repaso a los países que más están invirtiendo en IA (EE. UU. y China van en modo turbo 🚀), una guía SEO pensada para modelos de lenguaje, y una advertencia reputacional: cuidado con Musk y los deepfakes... ¡que no todo lo que brilla es IA! 🧐
Y si lo vuestro son las herramientas, ojo al nuevo Gemini 2.5 Flash, que piensa antes de responder 🤖🧠, y al Embed 4, una bestia para buscar entre PDFs, docs y todo lo que se le ponga por delante 🗂️🔍. En el glosario de esta semana, aprendemos qué es eso de la ventana de contexto (¡importante si habláis mucho con AIs!) y descubrimos la misteriosa Frontera Irregular… sí, la IA no lo hace todo bien (aunque a veces lo parezca 😉).
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# 12 (25/04/2025)