Un vasto y tecnológicamente avanzado imperio "tártaro", procedente del centro-norte de Asia o alrededores, influyó o construyó vastas ciudades e infraestructuras en todo el mundo. Ya sea a través de un cataclismo repentino o de una decadencia constante y antagónica -y tal vez hace tan solo 100 años-, Tartaria cayó. Sus grandes edificios quedaron enterrados y su historia se borró. Después de este "gran restablecimiento", los pocos ejemplos de arquitectura tártara que sobrevivieron fueron falsamente refundidos como la obra de constructores contemporáneos que nunca podrían haber ejecutado edificios de tanta gracia y belleza, y los sometieron a torpes alteraciones.
Xavier Peytibi me pasaba este fin de semana un enlace a un artículo de Bloomberg en el que hablan largo y tendido sobre una conspiración, el Imperio Tártaro, en la que los partidarios sostienen que todo lo que se sabe sobre la historia de la arquitectura es erróneo.
Y es que conspiraciones las hay de todo tipo. Ya hablé hace unas semanas sobre Qanon y como había desembarcado en España y su relación con determinados grupos políticos. Recordar que en este caso el quid de la conspiración es una supuesta trama secreta organizada por un supuesto "Estado profundo" contra Donald Trump y sus seguidores.
Y seguro que habéis oído hablar de los terraplanistas (estos tienen algunas historias muy divertidas), de los antivacunas que aseguran que mediante las vacunas quieren inocularnos un chip de control mental, de los que aseguran que el hombre no llegó a la Luna (bueno que se lo digan a Michael Collins que se quedó a un paso), de los defensores de los chemtrails o incluso de aquellos que aseguraban que el Aserejé era una canción satánica.
Podemos seguir enumerando conspiraciones alrededor de hechos como el 11-S en New York o el 11-M en Madrid, el asesinato de JFK, que Elvis no está muerto, el Coronavirus o incluso remontarnos en la historia y recuperar a los Illuminati una conspiración que recupera el capítulo en el que Homer Simpson entra a formar parte de la logia de los Canteros.
«Una teoría de la conspiración es una teoría alternativa a las oficial que explican un acontecimiento, comúnmente, de importancia política, social, económica, religiosa o histórica, por medio de la acción secreta de grupos poderosos, extensos y de larga duración»
Básicamente la gente cree en las conspiraciones porque les resulta más fácil, más plausible entender la realidad mediante una historia que le da sentido a todo y no tener que intentar entender la complejidad que nos rodea.
Y la tecnología no es ajena a las conspiraciones. El 5G o el propio Bill Gates han tenido recientemente su protagonismo durante la pandemia. El caso es encontrar responsables a lo que está ocurriendo, un malvado, o grupo de malvados que sean los culpables y de esta manera hacer más razonable lo que nos rodea.
Y no hace falta ir muy lejos para encontrar algún que otro conspiracionista. Seguro que conocéis alguien que dudará de las vacunas, que le echará la culpa de todo a una mano negra, en definitiva a la mano que mece la cuna. Y no intentéis explicarles de manera razonada lo inexplicable que puede llegar a ser lo que piensan, que no habrá manera de sacarlos de ahí.
Las conspiraciones llegan a ser creencias que sustentan a la persona, aunque en ocasiones ese apoyo sea débil y provoque más daño que beneficio. Se apoyan en el sesgo de confirmación, en el sentimiento de pertenencia, en la necesidad de querer entender lo que ocurre y sobre todo en la fuerza del relato.
Necesito tener lectura acerca de las cospiraciones.