TikTok y ChatGPT, armas de distracción masiva
TikTok y ChatGPT se han convertido en armas de distracción masiva. La primera nos engancha y la segunda nos da una visión del mundo concreta, pero reducida
TikTok y ChatGPT amenazan nuestra soberanía de la atención. Constantemente, desde hace años, somos objeto de ataques indiscriminados. Los banners en las webs, los interminables anuncios en determinadas cadenas de televisión, los PopUp que emergen sin ton ni son en cualquier lugar y los anuncios contextuales que parecen que han escuchado nuestra conversación son elementos de distracción a los que ya estamos acostumbrados y más o menos sabemos como combatirlos.
TikTok, la superarma China
TikTok está rompiendo todos los registros en cuanto a usuarios y horas de atención por parte de estos. Su algoritmo, que genera viralidad para cualquier creador de contenido y que es capaz de encerrarte en una burbuja de atención, está bajo la lupa de algunos gobiernos. Concretamente en Estados Unidos, ya hace tiempo, desde la administración Trump, hay un rifirrafe con la aplicación. Que si roba los datos y se los lleva a China, que si distrae a nuestros alumnos, que sí, que sí…
Pero sigamos con el tema de la atención. En TikTok, el algoritmo de recomendación es la clave. El usuario no tiene que crear una red ni declarar sus intereses, sencillamente empieza a ver vídeos, saltándose los que no despiertan su interés. Tiktok utiliza un algoritmo propio, For You, que utiliza aprendizaje automático para construir tu perfil con tus hábitos de visionado.
El algoritmo refuerza el visionado de aquello que capta la atención, por lo tanto, es fácil caer en un sinfín de vídeos de baile, de ver como otros abren paquetes de cosas que han comprado, o sencillamente ver de manera hipnótica como limpian y arreglan un jardín tras otro. Y estos contenidos no tienen por qué tener nada malo, pero hay otros que sí que pueden ser perjudiciales, y mucho. Desde las ya consabidas fakenews a los vídeos que muestran hábitos nocivos o retos peligrosos.
TikTok en si misma no es más que otro elemento adictivo de Internet. Está en la línea de lo que era la televisión y enganchaba ofreciendo todo un mundo a través de la pantalla con el menos esfuerzo posible. Pues bien, TikTok es lo mismo elevado a la enésima potencia. Te ofrece lo que quieres sin tener que hacer el más mínimo esfuerzo. Solo requiere un dedo para que vayas pasando de un vídeo a otro de manera infinita.
Si se convierte en un hábito, nos modela el cerebro y evidentemente puede llegar a influir en nuestra manera de pensar y de actuar. Para ahondar sobre este punto os recomiendo Superficiales, de Nicholas Carr, un libro que ahonda en la teoría que cada tecnología nos modela de una manera diferente.
Pero vayamos más allá de lo que supone TikTok para nuestra atención y entremos en modo conspiranoico. Podemos llegar a suponer que el control que el gobierno Chino ejerce sobre dicha aplicación haga que esta se configure de tal manera que pueda llegar a aletargar las sociedades occidentales para dejar paso a su liderazgo mundial. Para evitar que suceda lo mismo en su país la configura de manera diferente, podríamos decir que para adiestrar a sus adolescentes. Ha introducido ciertas limitaciones de uso, como que no la puedan usar más de 40 minutos al día, o que los contenidos para estos usuarios sean principalmente experimentos científicos.
La clave, por lo tanto, es considerar a TikTok como un arma de distracción, que vampiriza la atención de los usuarios para que sean yonquis de la aplicación y que eso influya en su manera de ser para con el resto de la sociedad. Para más claves sobre esta hipótesis os recomiendo leer el artículo de Gurwinder “TikTok May Be A Chinese Superweapon” que me ha servido de base inspiradora para esta primera parte.
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ChatGPT y el reduccionismo cognitivo
Mucho se está hablando últimamente de ChatGPT y más que vamos a oír hablar de una herramienta que promete ser un punto de inflexión en la manera que vamos a tener de entender el uso de la inteligencia artificial en nuestro día a día, tanto personal, como profesional.
Pero para la presente reflexión me quiero centrar en lo que puede suponer, como muchos dicen por ahí, la sustitución de un buscador como Google por una herramienta como ChatGPT. Desde mi punto de vista hay muchos números que acabemos teniendo un asistente personal, más allá de Siris, Alexas o Googles. Un asistente que tenga como base una tecnología derivada de ChatGPT, es decir, una IA generativa que sea capaz de hacer ver que entiende y que nos facilite aquello que queramos. Llegados a este punto, la búsqueda de información será una constante pregunta al asistente. Y el problema, el verdadero problema, lo tendremos en el momento que nos quedemos solo con la respuesta y no indaguemos más allá.
Sería un paso más en lo que son hoy en día las búsquedas por voz. Lo cambiará todo. La manera de posicionar contenidos y la manera de consumirlos. Solo tendrá relevancia el primer resultado que nuestro asistente encuentre relevante para la búsqueda que hagamos. Será diferente para cada usuaria si tenemos en cuenta que el asistente tratará de adaptarse a nuestras inquietudes y preferencias. Y eso nos llevará, seguramente, a generar a nuestro alrededor una burbuja de información más grande de lo que las redes sociales han provocado en estos momentos. Quitarnos la posibilidad de ir al segundo o tercer resultado, dejando solo accesible el primero puede ser toda una catástrofe.
El reduccionismo cognitivo al que puede someternos un ChatGPT si no somos capaces de pinchar la burbuja, o si no se introducen sistemas de ampliación como las recomendaciones de Spotify, por poner un ejemplo, pueden acabar distrayendo nuestra atención del conocimiento importante. Y en este caso no es un país como China el que puede estar detrás, sino el mal diseño de una tecnología.
En la anterior entrega de CluPad reflexionaba de la mano de Tristan Harris sobre como puede abducirnos la tecnología. Y en este caso, un mal diseño sobre como se aplique un ChatGPT a multitud de ámbitos de nuestras vidas puede causar más daño que beneficio.
Pero más allá del camino que tome, también estoy seguro de que saldrán voces influyentes que se asegurarán que ese futuro de reduccionismo cognitivo no se produzca.
Regulaciones y restricciones a la vista para TikTok y ChatGPT
Lo que se puede intuir que tanto para TikTok como para ChatGPT 2023 va a ser un año de regulaciones y restricciones. Por poner unos ejemplos recientes de hacia dónde van los tiros.
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