Si Parler fue el refugio tras el asalto al Capitolio de muchos usuarios, Signal no se está quedando atrás. Y no solo por lo sucedido en el Capitolio, también por los cambios en los términos de la privacidad de WhatsApp. Las descargas de la aplicación aumentaron en un 4.200%.
Hace un par de días me llamó una amiga preocupada por el tema. Me comentó que la había llamado una amiga americana diciéndole que se tenía que cambiar a Signal, que Facebook se iba a quedar con todos sus datos.
Y sí que es cierto que han habido cambios en la privacidad de WhatsApp, aunque también es cierto que en la UE no se pueden aplicar gracias a la RGPD.
Las motivaciones para hacer un cambio de aplicación pueden ser muy variadas. Éticas, políticas, económicas… Pero el factor fundamental es que haya suficiente masa crítica de usuarios del entorno para decidirse a hacer el cambio.
La capacidad de comunicarse pesa por encima de otros argumentos. La percepción que los beneficios son superiores define indudablemente que un usuario decida cambiar de aplicación para comunicarse con sus pares.
Y este precisamente era el argumento que mi amiga argumentaba para no hacer el cambio a pesar de lo que le explicaba su amiga.
Desde mi punto de vista solo perfiles muy concienciados con temas de privacidad o activismo son capaces de dar el salto. Son capaces de sacrificar sus comunicaciones habituales por preservar su privacidad.
La gran mayoría de usuarios quedan fuera del debate porque ni se lo plantean. Mientras sus grupos de familia, amigos, trabajo, intereses y demás sigan estando en WhatsApp, seguirán estando en WhatsApp.
El coste de oportunidad es muy grande para la gran mayoría y seguirán siendo clientes cautivos de una aplicación que tiene una masa crítica de más de 2000 millones de usuarios activos.
Son muchas las razones que se argumentan para dejar de utilizar WhatsApp. Aparte de la privacidad la sobre comunicación seguramente sea la de más peso. Pero ese torrente de mensajes que nos une como un cordón umbilical digital a nuestro entorno nos hace adictos a esa necesidad de saber. Tener miedo a quedarse fuera a no enterarse de algo (os recomiendo leer que es el FOMO) hará que más de un usuario no llegue a hacer el cambio mientras su entorno no cambie.
De todas maneras según Brian Acton, uno de los co fundadores de Signal y también en su momento de WhatsApp, el objetivo de Signal no es reemplazar WhatsApp, sino ofrecer una alternativa y que cada aplicación tenga un uso diferente. Signal para hablar con la familia y los amigos cercanos mientras seguir utilizando WhatsApp con otras personas.
¿Las RRSS son medios de comunicación?
Una de las claves de todo lo que está pasando con la suspensión de los perfiles de Trump en RRSS es la batalla que se está produciendo alrededor de la Sección 230.
La Sección 230 «protege a las RRSS de 2 maneras. Les garantiza inmunidad sobre lo que se publica con excepción de contenido que promueve el tráfico sexual y que viola derechos de autor. Y les permite escrutar y eliminar contenido sin miedo a ser demandadas.»
¿Se debería reformar la Sección 230? ¿Deberían las RRSS tener la consideración de medios de comunicación?
La UE ya da pasos en esta dirección, «la Ley de Servicio Digitales #DSA, es que desde Bruselas quieren hacer que las plataformas de Internet dejen de ser intermediarias para convertirse en responsables del contenido que los usuarios publicamos.»
Una pregunta
Si al final resulta que RRSS como Facebook no pueden controlar la incitación a la violencia ¿qué se debería hacer? Si para hacerlo han de limitar la libertad de expresión ¿se debe permitir?
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Que 1/3 de los americanos se informen regularmente a través de Facebook nos da a entender la importancia que tiene en la conformación de la opinión política. Sus algoritmos alimentan burbujas de información y en consecuencia los extremismos.
Facebook cerró en diciembre 2020 más de 2000 cuentas, páginas y grupos falsos. El país con la red más grande de cuentas falsas ha sido Argentina.
Twitter es para los ganadores. Trump siguió ganando seguidores en la red social hasta que ya quedó claro que el próximo presidente sería Biden. Desde el 5 de noviembre hasta la fecha de la suspensión de su cuenta la pérdida de seguidores ha sido de casi 2 millones.
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Charla de Martin Hilbert @martin_hilbert: "Distanciamiento de redes sociales: ¿una oportunidad para depurar nuestra relación con los algoritmos? - Mañana día 14.