Hoy me vais a permitir que comparta con vosotros una experiencia vital que creo nos llega a casi todo el mundo tarde o temprano.
Cuidar de nuestros mayores es un desafío que, tarde o temprano, muchos enfrentamos. En mi caso, desde la pandemia he visto cómo mis padres han empezado a necesitar más ayuda. Poco a poco, tareas que antes hacían con facilidad ahora requieren apoyo, y eso me ha llevado a reflexionar mucho sobre las necesidades que surgen en esta etapa de la vida.
Sí, es duro. Verlos perder independencia duele, porque te recuerda lo inevitable del paso del tiempo. Pero también es una experiencia que despierta ternura y un profundo sentido de responsabilidad. Los roles se invierten, y ahora me toca a mí ser quien cuida de ellos. Este cambio no solo transforma la dinámica familiar, también nos reta a ser más pacientes, a reorganizar nuestras prioridades y a buscar formas creativas para ofrecerles la mejor calidad de vida.
Cuidarlos no es solo una obligación, es una forma de agradecerles y demostrarles amor, aunque a veces sea emocionalmente complejo.
Los retos del día a día
Cuando asumes este papel, te das cuenta de que el mundo no está diseñado para la gente mayor. Actividades como ir al banco o lidiar con llamadas comerciales, que para nosotros son simples, para ellos pueden ser estresantes.
Las barreras no solo son físicas, también son tecnológicas y sociales. Lo que para nosotros, acostumbrados a los dispositivos, es intuitivo, para ellos puede ser una fuente de frustración. Enfrentarse a un teléfono móvil, o a un cajero automático en el banco puede ser todo un mundo para ellos.
Por eso, es clave ofrecer soluciones accesibles y fáciles de usar. Y aquí es donde la tecnología puede marcar una gran diferencia. Por ejemplo:
En casa, los altavoces inteligentes pueden ser una gran ayuda. Con comandos de voz, podrían programar recordatorios para sus medicamentos o gestionar citas médicas.
Fuera de casa, los relojes inteligentes con detección de caídas son ya una herramienta habitual. Estos dispositivos alertan automáticamente en caso de emergencia, lo que da una cierta tranquilidad a las personas que los rodean.
Pero siempre podemos, hackear cosas que tengamos a nuestro alrededor para ayudarnos. En mi experiencia, incluso algo tan simple como un móvil con geolocalización ayuda mucho. Mi padre ha sido siempre una persona que ha caminado mucho, unos 15-20 km diarios, y saber donde estaba era una gran ayuda. Aunque, claro, te enfrentas a que se lo olviden o no lo carguen, que es lo más habitual.
Las emociones a flor de piel
Cuidar a mis padres, de 88 y 89 años, no es fácil. Ver cómo poco a poco pierden autonomía es desgarrador. Hay días en los que la tristeza me invade, sobre todo cuando mi padre lucha por recordar algo o mantener el equilibrio.
Pero también hay momentos llenos de ternura. Su sonrisa, un gesto de cariño, o esos instantes en los que intenta comunicarse y ves que, aunque le cueste, lo intenta. Esos pequeños momentos hacen que todo valga la pena.
Cuidar de ellos implica cambiar completamente tu día a día. Tus prioridades cambian y en tu día a día tienes que asegurarte de que estén bien, que no les falte nada, y que se sientan acompañados. Eres quien organiza sus citas, gestiona sus trámites y, sobre todo, quien los escucha.
Escucharles es quizá lo más importante. Hacerles sentir que sus historias y consejos importan les da un propósito y mantiene viva su conexión con el mundo. Pero también aprendes a valorar cada momento. No se trata de completar tareas rápidamente, sino de estar ahí, acompañándolos, demostrándoles que no están solos.
Creo que un aprendizaje constante. Desarrollas paciencia, empatía y la capacidad de pausar tu vida para priorizar cosas importantes. A veces, es como volver a cuidar a un niño, algo que me recuerda a “El curioso caso de Benjamin Button”.
Uno de los momentos más difíciles al cuidar a nuestros mayores es aceptar que ya no pueden valerse por sí mismos. Todo comienza con pequeños olvidos, como un nombre, una fecha, una cita médica. Sin embargo, con el tiempo, esos momentos se convierten en vacíos más profundos, afectando su capacidad para realizar tareas básicas y, en ocasiones, perdiendo la conexión con quienes les rodean. No digamos si además le añadimos una pérdida auditiva o de capacidad para poder expresarse.
Este proceso puede ser devastador, tanto para ellos como para quienes los cuidan. Ver cómo la persona que conocías va desapareciendo poco a poco resulta demoledor. Pero también nos ofrece una oportunidad única, y es recordarles constantemente quiénes son, lo que han logrado y cuánto significan para nosotros. Aunque olviden partes de su historia (sobre todo la más reciente), podemos ayudarles a mantener viva su esencia. La música es un vehículo al pasado de gran valor, tenerlo presente.
Pienso que cuidar a nuestros mayores no es solo un deber, es un acto de amor y gratitud. Es una manera de devolverles todo lo que hicieron por nosotros y de honrar su historia. Aunque hablen más despacio o sus pasos sean más lentos, podemos hacer que su legado siga vivo.
Al final, este proceso nos enseña a ser más humanos. Nos conecta con ellos y, de alguna forma, con nosotros mismos. Nos recuerda la importancia de construir una sociedad más solidaria, en la que el respeto y la empatía sean valores fundamentales.
Cuidarlos es también cuidar lo que somos como familia y como comunidad.
Tecnología e Inteligencia Artificial en el cuidado de las personas mayores
A raíz de todo lo que os he explicado, no podía faltar una sección en la que os ponga algo de tecnología e IA que pienso puede ayudar.
He estado investigando sobre cómo la tecnología puede ayudar en estas situaciones, y hay herramientas prometedoras. Ya hay robots diseñados para acompañar a personas mayores. Pueden recordarles, tomar sus medicamentos o incluso ofrecer conversaciones que estimulen su mente. No reemplazan el contacto humano, pero sí son un apoyo en momentos difíciles. Aunque, siendo realistas, si ya tienen problemas con el mando de la TV, la idea de interactuar con un robot no deja de ser un reto.
Promoción de la independencia y seguridad
Hay soluciones que están diseñadas para fortalecer la independencia de las personas mayores mientras se garantiza su seguridad:
Geolocalización: Aplicaciones como Durcal o Life360 ofrecen seguimiento en tiempo real y alertas de ubicación, lo que brinda tranquilidad a los familiares y asegura que los mayores puedan recibir ayuda rápidamente en caso de emergencia.
Dispositivos Inteligentes: Relojes y pulseras con GPS (de las que ya os he hablado antes) no solo rastrean la ubicación, sino que también incluyen funciones como detección de caídas y monitoreo de signos vitales, aumentando la seguridad en casa y fuera de ella.
Hogares Conectados: Sensores y dispositivos IoT, como luces automáticas o termostatos inteligentes, adaptan el entorno a las necesidades de los mayores, ayudándoles a realizar sus actividades diarias con facilidad.
Eso sí, la mayoría de estas aplicaciones y las siguientes, en mi experiencia, requieren de alguien para instalarlas, configurarlas y sobre todo para darles soporte. Ese es el punto clave, el soporte.
Apoyo remoto y salud personalizada
La teleasistencia y el monitoreo remoto se han convertido en herramientas clave para garantizar el bienestar de las personas mayores, especialmente si vives lejos de tus mayores (como es mi caso):
Teleasistencia móvil: Sistemas como los ofrecidos por Careium permiten a los usuarios contactar ayuda en cualquier momento, proporcionando seguridad tanto en casa como fuera de ella. Aunque como primera opción os diría que preguntéis en el ayuntamiento donde ellos vivan, seguramente tendréis disponible un servicio similar y gratuito, o a un precio muy reducido.
Monitoreo de salud a distancia: Sensores avanzados y dispositivos conectados supervisan la actividad diaria, detectan anomalías y envían alertas a familiares o cuidadores para intervenir de manera temprana.
Gestión de medicamentos: Herramientas como Medisafe recuerdan a las personas mayores cuándo tomar sus medicamentos, ayudándoles a mantener un tratamiento constante y eficaz. Y para prepararlos, nada mejor que ir a la farmacia de confianza para que se encarguen ellos de preparar toda la medicación en cómodos blíster.
Conexión social y bienestar emocional
Combatir la soledad es un desafío importante en el envejecimiento, y aquí la IA ha demostrado ser una poderosa aliada:
Compañeros Virtuales: Robots sociales como ElliQ, interactúan de manera proactiva con las personas mayores, ofreciendo conversaciones significativas, recordatorios de salud y entretenimiento.
Estimulación Cognitiva: Aplicaciones como MindMate, ofrecen juegos y actividades personalizadas para mantener activa la mente y apoyar el bienestar emocional.
Clonación de voz: Tecnologías como las utilizadas en EldraHelp, permiten a las personas mayores escuchar mensajes en voces familiares, fomentando un sentido de conexión y reduciendo la sensación de aislamiento.
La tecnología no debería ser una barrera, debería ser un puente hacia una vida más cómoda e independiente. Por ejemplo, el teléfono móvil, ya sea un android o un IOS es para la mayoría de nosotros una caja de herramientas digitales. Tenemos acceso a todo lo que queramos. Pero para la gente mayor eso de tanto icono y tanta app puede volverse inmanejable. Y es que no les hace falta tanto, son pocas las apps que utilizan, por ejemplo, mi madre a sus casi 90 mantiene contacto a diario con familiares y amigas principalmente por WhatsApp, pero no le pidas mucho más. Por eso, encontrar un launcher que lo facilite, no es tarea fácil. El último que le he instalado, Bleta, de momento parece que cumple su función a la perfección.
Antes les tenía instalado Wiser, que actualmente está descatalogado, pero su sencillez lo hacía ideal para que lo utilicen sin problemas.
La clave para que estas herramientas tengan éxito radica en diseñarlas pensando en las necesidades de los mayores, que tengan interfaces simples, accesibilidad económica y adaptabilidad son esenciales. Además, estas tecnologías no deben buscar reemplazar el contacto humano, sino complementarlo, creando un entorno más seguro, conectado y digno para las personas mayores. Pero sobre todo, tener paciencia a la hora de utilizar alguna, para ellos, es todo un mundo.
No hay manual para esto, solo cariño, paciencia y la certeza de que cada esfuerzo vale la pena. Porque al final, lo más importante no es solo ayudarles a vivir, sino hacer que se sientan acompañados y queridos en cada paso del camino.
Algunas referencias
admin. (2024, febrero 9). Tecnologías para monitorear y cuidar ancianos a distancia. ViveLibre. https://www.vivelibre.es/tecnologias-para-monitorear-y-cuidar-ancianos-a-distancia/
ElliQ mejora el cuidado del adulto mayor—ITD Consulting. (2025, enero 14). https://itdconsulting.com/noticias/la-solucion-elliq-para-cuidadores-un-avance-en-el-cuidado-de-personas-mayores-a-traves-de-la-inteligencia-artificial/
felipe_f8arp9jw. (2020a, abril 9). 19 aplicaciones móviles útiles para las personas mayores. HELPYCARE. https://helpycare.com/consejos-noticias-servicios-domesticos/aplicaciones-utiles-para-ancianos/
GP, E. (2024, diciembre 6). MINDMATE: La nueva app para estimular la salud cognitiva. Konexión Alzheimer. https://konexionalzheimer.com/mindmate-app/
IA para el cuidado de personas mayores Startups en IA para el cuidado de personas mayores innovaciones e historias de exito. (s. f.). FasterCapital. Recuperado 22 de enero de 2025, de https://fastercapital.com/es/contenido/IA-para-el-cuidado-de-personas-mayores--Startups-en-IA-para-el-cuidado-de-personas-mayores--innovaciones-e-historias-de-exito.html
salvarez. (2023, octubre 25). Cuidado a distancia: Teleasistencia para adultos mayores. Durcal Blog. https://www.durcal.com/blog/cuidado-a-distancia-teleasistencia-para-adultos-mayores/
Bleta (2024, diciembre 6) https://bleta.io/app-bleta/